Empezamos la ruta hacia el sur del centro de Córdoba y partimos desde la Mezquita – Catedral de Córdoba (1), la más emblemática de su ciudad. Su arquitectura, resultado de una mezcla cultural y temporal, y el sublime Patio de los Naranjos (2) que se dispone en su interior merecen ser la primera visita del viaje.

Continuamos un poco más hacia abajo y en cuestión de pocos metros nos topamos con la Puerta del Puente (3), anteriormente conocida como la Puerta de Algeciras, antigua entrada al centro histórico. Antes de continuar, podemos observar cómo justo enfrente se alza el Puente Romano de Córdoba (4), una reliquia aún existente de nuestro primer siglo de historia, que da paso a la zona sur de la provincia.

De la Puerta del Puente, nos empezamos a desplazar hacia el oeste, donde a pocos pasos daremos con una de las estatuas que conmemoran los Triunfos de Rafael (5). Hay varias esparcidas por la ciudad, por lo que a lo largo del camino, es posible que nos encontremos con más sorpresas.

Una vez que terminemos de admirarlo, seguiremos hacia el suroeste donde tenemos nuestras últimas visitas del día: el Alcázar de los Reyes Cristianos y su Museo (6), antigua residencia de los monarcas romanos y visigodos.

Después de empaparnos de estas visitas culturales, podremos aprovechar el resto del tiempo para visitar su pintoresco jardín y dar un paseo por la zona.